Por Ola Martin Fjeld
Director y Fundador de Antfarm
Me encanta que me contraten como director en producciones ajenas, integrarme en un nuevo equipo, una nueva dinámica y nuevos retos creativos. Me obliga a escuchar primero, observar y luego encontrar la mejor manera de contribuir al proyecto.
Mi experiencia me da la confianza para aprovechar al máximo mi talento. Afortunadamente, mis habilidades alcanzan su máximo potencial cuando conozco a un nuevo equipo y empiezo a explorar cómo plasmar sus objetivos en la pantalla.
Cuando me contratan como director, creo que es importante entender que estoy construyendo sobre los cimientos de otra persona. No llego a demoler la visión. Vengo a dar vida a lo que ya existe.
El director más rápido del oeste
A veces, llego con el guion listo y me centro en el reparto, la atmósfera, el ritmo y las actuaciones. Otras veces, llego al principio de la producción y puedo ayudar a darle forma al concepto.
En una ocasión, un proyecto me contrató una semana antes del rodaje y dos semanas antes de que tuviéramos que emitirlo en televisión. Sí, fue una producción divertida.
Descubriéndolo sobre la marcha
Tenía mucho que asimilar y no tenía tiempo para planearlo. Necesitábamos tomas con drones desde la Ciudad de México, pero todo el equipo y yo estábamos filmando en Tijuana.
Y además, había muchos efectos especiales que planificar.
Cómo viajar directo en CDMX desde Tijuana
Recuerdo ese momento, mientras buscaba locaciones con unas gafas de realidad virtual en Google Earth, sentado en mi casa, sobrevolando virtualmente la Ciudad de México, intentando encontrar edificios donde gigantes (sí, humanos altísimos) pudieran caminar por las calles.
Ponía alfileres, marcaba ángulos y luego le enviaba todo al operador en la Ciudad de México. Y él estaba allí, en tierra, caminando y tomando las fotos con el dron que veía a través de las gafas de realidad virtual. Parecía una película de ciencia ficción.
Luego, de vuelta en Tijuana, empezamos a rodar en un café. Después, llevamos al equipo al estudio para fotografiar a los “gigantes”; debió ser una jornada de 18 horas.
Allí, usábamos pantalla verde para los gigantes y habíamos creado todos esos edificios de tamaño humano. Construimos todos los edificios por los que pasaban los gigantes y movimos las luces para imitar la forma en que las sombras se arrastraban por las calles.
Pero como no sabíamos bien qué tomas usaríamos, simplemente hicimos bloques modulares para poder crear cualquier tipo de estructura que quisiéramos basándonos en lo que había en la placa limpia que el cliente decidió durante el rodaje. Algo así como Lego.
Cuando los gigantes caminaban, los edificios de imitación proyectaban las sombras correctas, de modo que la dirección del sol coincidía al combinar las imágenes del dron con las tomas de pantalla verde. Funcionó de maravilla.
Entregamos el anuncio. A los productores les encantó y se emitió dos semanas después de que empezara.
Por qué prospero como director contratado
Al final, siempre vuelvo a esto: mi mente está conectada con la idea de que todo problema tiene solución. Cada contratiempo es solo una oportunidad disfrazada.
Estar a 2300 km de las locaciones que necesitaba y no tener tiempo para viajar no fue un problema. Fue una oportunidad para probar nuevas técnicas y aportar mi granito de arena para que todo saliera bien.
Trabajo con concentración, intensidad y el ritmo que me permite hacer las cosas. Ya sean grandes o pequeñas producciones, sé cómo intervenir, estabilizarme y seguir adelante.
Habilidades más allá del set
Pero dirigir no se trata solo de creatividad o de tomar las decisiones durante el rodaje. Hay una relación delicada en el corazón de cada producción.
Se basa en la confianza, en cómo nos comunicamos con los clientes, en cómo los guiamos y les ayudamos a alcanzar su visión. Y ahí es donde los productores a veces se muestran cautelosos al contratar a un nuevo director.
Dirigir se trata tanto de comunicación como de oficio. Se trata de tomar en serio las necesidades del cliente, escuchar atentamente y luego transformar todo eso en algo mejor de lo que imaginaba, manteniendo al productor, al equipo y a todo el equipo en sintonía.
Mi trabajo es proteger la intención creativa, proteger los intereses del cliente y, a la vez, avanzar con la suficiente rapidez para cumplir plazos imposibles. Ese equilibrio entre velocidad, confianza, claridad y creatividad es lo que aporto cada vez que me contratan.
